Recuperando tradiciones
Si hay algo que nos gusta a todos que formamos parte de esta pequeña familia vitivinícola, es celebrar las tradiciones.
Somos firmes defensores de los pequeños detalles, de las historias que cuentan las gentes, de la recuperación de prácticas y tradiciones. Una de las que estamos más orgullosos es la que, desde primer momento, ponemos en práctica en Bodega Carlos Moro, nuestra bodega de Rioja. Como podrás imaginar por la fotografía que ilustra esta publicación, estamos hablando del uso de animales para las tareas del campo. Esta acción supone la recuperación de un oficio ancestral que nuestros antepasados utilizaron desde siempre. Es una forma de volver a los orígenes con todo el conocimiento y tecnología actuales.
Al igual que nuestras políticas de sostenibilidad y nuestra apuesta por la digitalización, este tipo de prácticas no suponen palabras sueltas escritas sobre papel mojado. Todo tiene su razón, sus porqués y su justificación. Es por eso que hoy me gustaría hablarte de los muchos beneficios que tiene este tipo de práctica n el viñedo y, por lo tanto, en la calidad de nuestros vinos.
El primero y más evidente es la recuperación de este oficio, tal y como hemos hablado anteriormente. Como es lógico, es más tedioso y costoso el recurrir a animales para labrar la tierra y es por eso por lo que, cada vez más, el uso de máquinas es desde hace años muy habitual en el viñedo. Pero somos firmes defensores de que hay muchos beneficios detrás. Es el caso, por ejemplo, el paso hacia viñedos poco accesibles, donde es complicado o imposible acceder con tractores. Aquí juega un papel fundamental la mano del hombre a la hora de vendimiar y la labor del animal para trabajar la tierra. Además, en parcelas de pequeño tamaño, que tanto abundan en Rioja, el factor de la accesibilidad al viñedo es bastante importante.
Otro beneficio que se consigue al recurrir a las mulas es la repercusión directa sobre el entorno. Con estas prácticas vamos a eliminar la contaminación directa en forma de dióxido de carbono que puedan provocar tractores, abonadoras, cultivadoras o despampanadoras. Además el peso y vibración de estos vehículos van a conseguir una mayor compactación y menor oxigenación del terreno y menor vida microbiana. Además estos animales producen abono natural, repercutiendo así en la fertilidad y en la calidad de lo suelos. En resumen, el uso de animales favorece la vida y la biodiversidad del entorno.
¿Cómo afecta el uso de animales en la calidad de los vinos?
Llegados a este punto, parece claro que una mayor calidad de los suelos repercutirá en la calidad de la planta y los racimos, por lo que tendremos una mejor materia prima óptima para la elaboración de grandes y excelentes vinos con los que podrás brindar en los mejores restaurantes y las mejores vinotecas y que, por supuesto, también puedes encontrar en nuestra tienda online tienda.matarromera.es
Es de estos viñedos y en estos vinos, donde conseguimos que sea la vid la que hable.