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Una Cita con Rento

La Ribera del Duero tiene mil caras, un millón de rostros, infinitas almas. Pero un solo espíritu que lo mueve todo: el #EspírituRibera. Bajo esta premisa, el Consejo de la Ribera del Duero lanzó hace ya unos meses la campaña ‘Una Cita con Ribera’, de la que ha formado parte Bodega Renacimiento, nuestra Bodega situada en Olivares de Duero. Con esta iniciativa proponen un viaje por cada rincón de la Denominación de Origen, una conversación con sus protagonistas. Descubrir los secretos de cada bodega, adentrarse en su historia y compartir hitos, anécdotas, recuerdos… y brindis. Esta serie de entrevistas semanales suponen una oportunidad para conversar, aprender y descubrir los grandes secretos de la #RiberadelDuero.

Terminaba el verano de 2020 cuando recibimos al maravilloso y profesional equipo de comunicación del Consejo en nuestra Bodega Renacimiento. Para quien no la conozca, se trata de mi bodega más personal. Mi familia se la adquirió a los jesuitas, junto con varios viñedos de la zona, hace más de doscientos años. En esta casa, viví con mis padres durante los últimos años de sus vidas y ahora paso gran parte del año con mi mujer.

Bodega Renacimiento no es un edificio cualquiera, sino una casa noble del siglo XVI que mandó construir el marqués de Olivares y que posteriormente fue casa de labor de los jesuitas. Fue en el año 2000 cuando, en una anexo de la casa, creé Bodega Renacimiento. El vino resultante se llama Rento, acrónimo de Renacimiento, y antigua palabra castellana que se aplicaba a las rentas pagadas por los cultivos de viñedos al señor de Olivares o a los jesuitas.

En nuestro jardín habilitamos una mesa, abrimos una botella de Rento y les conté como con 16 años me embarqué en un viaje a Francia, a Burdeos, para saciar mi curiosidad innata por el vino y su universo. Llegué en tren a Burdeos y allí compré una botella de vino, algo especial, que decidí guardar para una ocasión que mereciera un brindis de esa categoría. Los años, los viajes y las mudanzas hicieron que perdiera de vista esa botella. Pero nunca renuncié sin embargo a encontrar un vino personal, excelente, con complejidad y cuyo disfrute hiciera de un día cualquiera un día especial.  Tal vez fue ese anhelo el que me llevó, en el año 2000, a fundar Bodega Renacimiento. El proyecto nació para ser único y crear un vino de la máxima calidad acorde con la historia y el tiempo Espero que disfrutes de esta entrevista.