Ha sido un verdadero honor inaugurar la V Convención Nacional de Derecho Concursal que se ha celebrado hace unos días en Carmona, en Sevilla. Me pidieron exponer, a fin de ejemplificar los retos a los que se enfrenta una empresa en su día a día, todo lo que he aprendido con la aventura de crear las Bodegas Familiares Matarromera. Y así lo hice. Les conté, con lujo de detalles, cómo había empezado todo. Pero, sobre todo, hice hincapié en mis ancestros, en mi tierra y en mi aprendizaje. En estos tres puntos radica la pasión con la que desembarqué en el mundo de la empresa. Tal y como me habían pedido, les planteé cuáles habían sido mis desafíos y preocupaciones, ideales y objetivos, obstáculos e incomprensiones, así como la fortaleza de mis convicciones gracias a las que aún consigo derribar cualquier muro.
Muchas gracias por tener en cuenta la experiencia de Bodegas Familiares Matarromera en un encuentro de tanto nivel.