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Digitalización como ADN

Por segundo año, Bodega Matarromera es finalista del Premio Nacional de Industria Conectada 4.0 en la categoría de pequeñas y medianas empresas. Un reconocimiento que, sin duda, pone en valor la apuesta de la compañía por el futuro.

No es fácil que una empresa familiar dedicada a la agricultura y asentada en 35 municipios del medio rural tenga la digitalización como un eje clave en el desarrollo de su actividad. Y en Bodega Matarromera no sólo lo tenemos en nuestro ADN, sino que lo fomentamos y trabajamos diariamente para conseguir dar respuesta a los retos futuros de nuestro sector, intensificando la producción de forma sostenible y reduciendo los efectos del cambio climático.

Nadie duda de que la industria 4.0 se consolida en España como la nueva revolución en la que se integran técnicas avanzadas de producción y operaciones con tecnologías inteligentes. Una revolución que se sustenta en la convergencia entre organizaciones, personas y activos. Para sumarnos a esta ola de innovación, las empresas debemos identificar las herramientas digitales que mejor satisfacen nuestras necesidades, invertir en ellas y mejorar exponencialmente nuestras líneas de negocio.

La firme apuesta por la tecnología que hemos llevado a cabo desde el primer día en Bodega Matarromera o en Bodega Emina y en todas las bodegas: Carlos Moro de Matarromera en Rioja, Valdelosfrailes en Cigales o Casar de Vide en Ribeiro, es lo que nos ha permitido obtener uvas excelentes para elaborar los mejores vinos.

Nuestro conjunto de bodegas cualitativas  han sido capaces de integrar nuevas tecnologías como el Big Data, Internet de las Cosas o Inteligencia Artificial que no sólo favorecen los procesos de elaboración de vinos de excelencia, sino que permiten promover la sostenibilidad medioambiental. Gracias a las diferentes herramientas tecnológicas emergentes en el sector, en los últimos años hemos desarrollado un nuevo proyecto de base tecnológica que propone un plan integral de transformación digital y sostenibilidad en nuestras bodegas con dos líneas de actuación (digitalización y sostenibilidad), organizadas en tres áreas: Transformación Digital, Sostenibilidad Integral y Competitividad, cada una de ellas conformada por diferentes subproyectos.

La compañía pretende dar respuesta a los retos futuros del sector intensificando la producción de forma sostenible y, al mismo tiempo, reducir los efectos del cambio climático a través de una gestión inteligente del viñedo. Mediante una plataforma de gestión integral obtenemos datos y tratamos la información para obtener un control de lo que ocurre en nuestros viñedos y olivos mediante un sistema de avisos y control de plagas y enfermedades.

También realizamos un intercambio de información entre nuestros tractores y una plataforma digital, que es la primera herramienta de integración 4.0 en el sector de los cultivos especiales, y permite la recopilación y procesamiento de los datos para tener un control detallado del trabajo realizado en campo. Trabajamos en el empleo de energía sostenible y sensores para la automatización del fertirriego y utilizamos sensores y estaciones meteorológicas para predecir el comportamiento de nuestras parcelas y obtener la excelencia de la calidad en nuestros olivos, viñedos y almendros.

Bodega Matarromera, por ejemplo, está sumamente integrada en la Industria 4.0 y se emplea visión artificial en todos sus procesos productivos, como por ejemplo la mesa de selección de uvas o un sistema pionero por el que se garantiza que el nivel de llenado sea el correcto; la detección de posibles defectos en el cuello de la botella; la correcta presencia del tapón de corcho y etiquetado; el control final del encajado de botellas, así como la trazabilidad de las mismas.

En definitiva, la agroindustria 4.0. es una de las líneas estratégicas dentro del plan para apoyar la transición productiva hacia una agricultura más sostenible y eficiente en la elaboración de grandes vinos.